Al Sur de Portugal nos dirigimos Ana y yo para visitar "Castelo de Silves" que se encuentra ubicado en la parte alta del municipio del mismo nombre, localidad que fuera antaño capital del Algarve y actualmente perteneciente al distrito de Faro.
Nuestro objetivo se haya próximo a la Catedral de Silves y a la Igreja de Misericordia.
Esta fortificación islámica construida entre los siglos VIII y XIII es la más importante ubicada en territorio portugués y fue declarado Monumento Nacional en 1910.
La montaña sobre la que se encuentra situada la fortaleza muestra vestigios de la cultura visigoda de los siglos VI y VII y rastros confirmados del periodo Omeya pertenecientes a los siglos VIII y IX. En el periodo califal sobre el siglo X comenzó la construcción del sistema defensivo que hasta hoy ha perdurado.
Del Reino de Taifas siglo XI aun quedan restos del Palacio de los Balcones en el que vivió el Príncipe Al-Mutamide y el poeta Ibn Ammar Silvense. Las murallas y torres que se encuentran tan bien conservadas y que conforman gran parte del Castillo de Silves o "La Fortaleza Roja" como tambien es conocida, fueron resultado de campañas de trabajos realizados por Almoravides y Almohades entre los siglos XII y XIII.
Posteriormente en los siglos XIV y XV los portugueses acometieron importantes reformas y así entiendo que durante los sucesivos siglos hasta las obras de restauración y conservación acometidas en la década de 1940.
Una vez nos acercamos a su entrada para su visita que es de pago, comprobamos que sus murallas tienen forma de polígono irregular con once torres de planta cuadrangular entre las que destacan al menos cuatro: La del Centro, la del Secreto, la de Las Mujeres y la Torre del Homenaje.
Como iba diciendo en su entrada y dándonos la bienvenida podemos ver una estatua de bronce de Sancho I, quien fuera el primero en recuperar la fortaleza para el mundo cristiano pero que perdería dos años mas tardes, (1189-1191) para volver a ser recuperada de nuevo sobre el año 1242.
Una vez dentro pudimos disfrutar en su plenitud este Castillo, una fortaleza que domina la ciudad de Silves, ofrece vistas magnificas de sus alrededores entre los que destacaría para mi gusto, su plaza de abastos y su puente romano sobre el río Arade, en definitiva un autentico mirador al valle.
Pudimos observar que las murallas conservan dos puertas, una principal con dirección a la medina, actualmente la ciudad y la otra puerta mucho mas pequeña orientada al Norte llamada Puerta de la Traición.
En la alcazaba aun podemos contar con dos cisternas o aljibes, llamada una Cisterna de los Perros y la otra de La Mora.
Precioso todo la verdad, sus jardines interiores, sus pequeñas exposiciones fotografías dentro de alguna torre, buenas y curiosas vistas, porque no decirlo recuerdos del Castillo de Jimena al menos en lo que respecta a su ubicación, acceso y rodeado de casas blancas.
Una visita de la que guardamos un grato recuerdo.
Esto es todo por hoy, hasta la próxima.
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