"Difícilmente podrá verse monasterio plantado en sitio más rebosante de hermosura que este: a media ladera de una sierra, cara al sol, entre huertas, praderas y bosques y teniendo a sus pies el Lago de Sanabria, que bien podría rivalizar, en fama y rendimientos, con los de Italia, si aquí nos ocupásemos en buscar dentro lo que afuera envidiamos."
M. Gómez Moreno
Del reconstruido monasterio a partir de 1150 no queda mas que la iglesia y ello por haber servido de parroquia, pues todo lo demás, a excepción de una fachada, se arrumbó a partir de la exclaustración. Del primitivo edificio del siglo X no queda sino la lápida fundacional empotrada en el hastial del templo, que describe cruz latina con cabecera triabsidal escalonada, crucero ligeramente marcado en planta y bien potenciado en altura y tres naves de cuatro tramos con lo que en definitiva parece inspirarse en la Catedral de zamorana, sin embargo en San Martín las pilas son cruciformes hacia las naves laterales y cuadradas hacia el central. En cuanto a cubiertas hay que registrar las consabidas bóvedas de horno en los semicírculos absidales y cañón apuntado en los tramos rectos que los preceden; estas capillas quedan separadas de sus correspondientes naves por arcos semicirculares en las laterales y por uno peraltado en la central: también la nave principal y los brazos del crucero se cierran con bóvedas de cañón agudo, pero en el centro de este se elevó una nervada y baida, tal vez inspirada en Moreruela, cuyos nervios apean sobre ménsulas de rollos. Las naves secundarias se techan con bóvedas baldas, de mampostería de pizarra, pero alguna hubo de reforzarse con nervios; existe igualmente una de arista en la nave de la epístola.
De particular belleza es su cabecera por el exterior; el ábside central se anima por cuatro columnas que lo dividen en cinco calles, más estrechas las extremas, abriendo las anchas una ventana por lienzo sobre columnas con capiteles vegetales esquematizados que apean dos arcos. La cornisa, de tipo zamorano, corre sobre canecillos triangulares. Los absidiolos presentan tres columnas con capiteles vegetales y rasgan solo una ventana con un solo arco redondo sobre columnitas. Capiteles y canecillos son similares a los de la capilla mayor. También es de gran belleza el hastial norte del crucero con una arqueria ciega de cuatro arcos alancetanos sobre esbeltas columnas con capiteles vegetales en su cuerpo medial; en lo alto, bajo la cubierta a dos aguas, se abre una ventana con arco semicircular.
Los monjes que lo habitaban obtuvieron el derecho de pesca sobre el Lago de Sanabria en el año 916 y buen uso harían de sus célebres truchas. Donaciones y compras a lo largo de los siglos X al XII acrecentaron su patrimonio, además a mediados de esa centuria gozaron de la protección de Alfonso VIII, que va a donar el monasterio a Pedro Cristiano, monje de Carracedo y amigo de San Bernardo, y a cuantos acepten la regla Benedictina. En 1207 se incorporara no sin resistencia previa, al Cister.
SAN MARTIN DE CASTAÑEDA ( SIGLO XII ) - DIPUTACION DE ZAMARORA
Guardo un grato recuerdo de nuestra visita a este Monasterio, a Sanabria y alrededores visitado en la fecha que fuimos a subir la cima de Trevinca.
Para finalizar algunas fotografias de este Monasterio en San Martín de Castañeda.
Creo que no quisiera añadir nada mas, tan solo recomendar la visita, no solo a este monasterio, sino a toda la comarca próxima a Sanabria.
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